Betty Cárdenas / Artista

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Encontrará obras pictóricas e instalaciones realizadas en diferentes formatos.

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Bailarina en la eternidad

Óleos y acrílicos


Es una serie de pinturas iniciada en 2008, que desde el lenguaje del arte, nos conduce a una realidad tan humana como lo es el dolor. 
En lo sublime que emana de estas obras, está presente su amor de madre y el reconocimiento de su vulnerabilidad como mujer. 

El sentido poético de la imagen es una metáfora que aborda el tema más allá de ser una representación cruda de la violencia.

Ver obras de la serie Bailarina en la eternidad

Maternidades

Óleos y acrílicos


Corresponde a una serie de pinturas iniciadas en 1990 y que se han ido nutriendo con el tiempo, en las que la artista explora los colores y las formas de la naturaleza, partiendo siempre del cuerpo de la mujer gestante. 
Cada obra surge, y así mismo adquiere significación, ligada a las experiencias vividas y a su identificación con la maternidad. 
La fuente de inspiración es el cuerpo humano. Su propio cuerpo dando vida a geografías ondulantes, sinuosas, quebradas, que ocultan en sus texturas y volúmenes, la vida naciente, la tierra que guarda la semilla germinada y el espacio que le contiene; madre y algunas veces padre.
No inventa nada. Su fuente de inspiración es la relación íntima entre su cuerpo de mujer, la vida y la tierra.

Ver obras de la serie Maternidades

Fluturi

“Fluturi” nos habla de renovación, transformación y renacimiento.
La obra es en sí misma un discurso poético, coherente con el pensamiento, vivencias y accionar de la artista.

Esa suerte de miles de mariposas de papel color naranja, dispuestas en el espacio público, que aletean movidas por el viento y van cambiando de color y de forma ante el paso del tiempo y los rigores del clima, tienden en su simbolismo un puente entre el mundo de los mortales y el mundo de los espíritus. 
Nacida en 2012, esta instalación, responde a las grandes transformaciones iniciadas en el campo de las artes en espacios públicos. Como “Fluturi, migración mundial de mariposas por la vida de las mujeres”, la obra ha sido replicada desde ese año cada 25 de noviembre por otros artistas y activistas en varias ciudades del mundo, como una manifestación de que las violencias contra las mujeres no son hechos aislados sino que ocurren a nivel global. 

Propicia la participación de los transeúntes, invitándolos no solo a observarla sino también a ser parte activa de su elaboración e instalación, para finalmente, cuestionarse acerca de su posición  al respecto.

Feria de las flores

"Cuando la violencia se torna el pan de cada día de una ciudad y la sangre en las calles es lavada con el licor de la rumba, las víctimas son menos importantes que la artificiosa imagen de ciudad innovadora y pujante. 
Flores cortadas, puestas como adorno, destilando lo que les queda de vida. La gente más feliz del mundo en el país más feliz del mundo, mira extasiada las hermosas flores que engalanan las ferias tradicionales, orgullo confeso y vergüenza negada”.

Esta obra de Betty Cárdenas es el resultado de su mirada escrutadora sobre la vida y costumbres tradicionales de su ciudad; Medellín, a la que aborda desde la perspectiva del presente, abriendo espacio para la reflexión acerca de la problemática de siempre de la situación de la mujer y de la valoración de la vida femenina cuando se le pone en la misma balanza con los asuntos económicos. 
El mismo título nos da cuenta del propósito de la obra, que pone de manifiesto el acervo cultural que enorgullece a sus conciudadanos y la superficialidad de sus valores. 
La artista invita a los espectadores a asumir una actitud crítica que abone el terreno para el claro discernimiento de lo que se da por hecho y a mirar sin adornos la realidad que también a él puede tocarle.

Foto: Andrés Arango

Escudo de tutú para "valientes" hombres

Instalación: “Escudo: Arma defensiva, que se lleva embrazada, para cubrirse y resguardarse de las armas ofensivas y de otras agresiones.” Definición de La RAE

A lo largo de la historia muchos hombres se han apropiado del cuerpo, ideas, inventos, descubrimientos y creaciones de mujeres que se han visto abocadas no sólo el anonimato sino también a la muerte. Niños que eluden el castigo, endilgándole sus “pilatunas” a sus hermanas. Hijos que esconden sus acciones delictivas tras la falda de la madre. Hombres que se apropian del trabajo intelectual de las mujeres. Cobardes que toman a el cuerpo de una mujer para protegerse de las agresiones de otro. 

Tutú hecho escudo.
Mes a mes desde 2008, la artista instala en el Parque de la bailarina Isabel Cristina Restrepo Cárdenas de Medellín, la parte delantera de un tutú, que elabora con yeso y papel crepé, y lo deja allí, a la intemperie atado en lo alto de un árbol. El espectador siente que está ante una obra que aparentemente resalta la belleza y armonía de “lo femenino”. Lo que ven, es una prenda que resalta las formas de mujer, donde no es necesario plantearse ningún tipo de cuestionamiento, pero ¿porqué solamente la parte delantera es lo que se muestra? ¿porqué puesta como escudo? ¿quién se protege tras ella? 

La obra cuestiona otra de las formas en que se oculta la violencia machista. 

Video: Cortometraje. Participó en la convocatoria "Medellín para verte mejor. Comfenalco. 2008-2009" y es material de consulta en la Biblioteca Comfenalco.

Performance: Presentado en espacio público en 2008.

Silencio

Esta performance y esculturas humanas, presentada por primera vez en 2010 en distintos espacios públicos de Medellín, da cuenta de la realidad que en pleno siglo XXI sigue viviendo nuestra sociedad; el feminicidio.
Cuando se habla de feminicidio, lo primero que se viene a la mente es que ello ocurre sólo en sociedades atrasadas culturalmente, pero lo cierto es que la violencia machista, está presente en todas partes, incluso en el primer mundo. 

Silencio, no es La Pietá de Miguel Ángel, ni la de Kollwitz, pero se les parece. Les une un hilo invisible: el dolor por la pérdida injusta del hijo. Y derivado de ello, la muerte en vida de las madres, de lo que poco se habla; víctimas colaterales de ese tipo de crímenes. 

Las madre llora de por vida a su hija asesinada. Queda mutilada, anclada en el dolor permanente de una herida que nunca cicatrizará. Su rostro desdibujado, cuestiona a veces, gime otras o se resigna, sosteniendo en brazos el cuerpo inerte de una joven asesinada. Una hija víctima de la sociedad destructiva y cruel que como en épocas de barbarie, avala el machismo, lo protege y lo justifica bajo la premisa, aunque enmascarada, de que ese cuerpo de mujer es objeto de deseo y propiedad del hombre.

Despojos de tutú

Esta instalación se realizó con los restos de los «Escudos de tutú para “valientes” hombres» que se habían instalado durante varios meses en el Parque de la Bailarina Isabel Cristina Restrepo Cárdenas. 
Los tutús recuperados, evidenciaban la acción del clima y el paso del tiempo que de manera natural fueron destiñendo los colores y ablandando el yeso. Símil del cuerpo humano. 
Pero lo más impresionante de la obra, no fué precisamente el deterioro natural, sino el daño ejercido por las manos humanas. En algunos de los cuerpos se evidenciaban heridas realizadas con cuchillo y en otros, el fuego había consumido gran parte de su estructura.

Despojos de tutú se convierte entonces, en un pretexto para evidenciar el comportamiento de los ciudadanos de Medellín y concretamente de los habitantes de la Comuna 14, frente al arte en espacios públicos, y más importante aún, su actitud permisiva ante la violencia.