Escudo de tutú para “valientes” hombres
“Escudo: Arma defensiva, que se lleva embrazada, para cubrirse y resguardarse de las armas ofensivas y de otras agresiones.” Definición de La RAE.
Con Escudo de tutú, la artista Betty Cárdenas nos propone una instalación sutil pero profundamente disruptiva que convierte un objeto tradicionalmente asociado con la belleza, la gracia y la feminidad —el tutú de bailarina— en un artefacto de defensa y denuncia. Instalado mensualmente desde 2008 en el Parque de la bailarina Isabel Cristina Restrepo Cárdenas en Medellín, este tutú de papel crepé y yeso, teñido con hilos de celofán rojo que evocan sangre, se alza en lo alto de un árbol como un símbolo suspendido entre la delicadeza y la agresión, entre la exposición y la ocultación.
A primera vista, la obra parece rendir homenaje a la estética de lo femenino, resaltando sus formas, texturas y colores suaves. Sin embargo, la pieza está incompleta: solo la parte delantera del tutú es visible, lo que inmediatamente introduce una pregunta inquietante: ¿quién se protege detrás de esta imagen idealizada de lo femenino? Al ubicar la prenda como un "escudo", Cárdenas subvierte su uso habitual y lo transforma en un símbolo de encubrimiento, señalando cómo históricamente lo femenino ha sido instrumentalizado para proteger a otros —especialmente a hombres— de las consecuencias de sus actos.
Este gesto artístico se enlaza con una larga genealogía de silenciamientos y apropiaciones: niñas culpadas por los actos de sus hermanos, madres utilizadas como refugio para las fechorías de sus hijos, mujeres cuyo trabajo intelectual ha sido robado o invisibilizado, y cuerpos femeninos expuestos para escudar cobardías masculinas. El Escudo de tutú se convierte así en una crítica certera a la violencia simbólica y física que se ejerce contra las mujeres, muchas veces encubierta bajo la estética de la feminidad o la retórica del resguardo.
La persistencia de la artista en repetir esta instalación mes a mes, en un espacio público, refuerza la dimensión performativa y testimonial de la obra. Es un acto de memoria y resistencia que interpela al transeúnte, lo obliga a mirar más allá de la forma y a preguntarse por los silencios que la belleza puede esconder. Al poner en evidencia la manera en que la feminidad ha sido utilizada como pantalla, Betty Cárdenas nos invita a desmontar las estructuras que perpetúan la violencia machista bajo capas de aparente armonía.
Video: Cortometraje. Participó en la convocatoria "Medellín para verte mejor. Comfenalco. 2008-2009" y es material de consulta en la Biblioteca Comfenalco.
Performance: Presentado en espacio público en 2008.