Silencio

La impactante performance de Betty Cárdenas presentada por primera vez en 2010 en espacios públicos de Medellín, es una obra que detiene el tiempo para enfrentarnos con una de las tragedias más desgarradoras y persistentes de nuestra sociedad: el feminicidio.

Dos figuras femeninas vestidas completamente de blanco —una madre y su hija adolescente— encarnan una escena de dolor absoluto. La madre sostiene el cuerpo inerte de su hija asesinada con una expresión entre la incredulidad, la desesperación y el duelo paralizante. El gesto remite de forma inevitable a La Pietá, tanto en la versión clásica de Miguel Ángel como en la relectura conmovedora de Käthe Kollwitz. Sin embargo, Silencio no es una réplica; es un eco contemporáneo que visibiliza un crimen cotidiano ignorado por la indiferencia social.

En esta obra, Betty Cárdenas transforma el espacio público en altar y testimonio. La representación humana, viva pero estática, genera una tensión que obliga a mirar de frente el horror que con frecuencia se quiere evadir. El blanco del vestuario, lejos de transmitir pureza o paz, se convierte en un símbolo lacerante de pérdida y vacío, contrastando con la brutalidad de lo que evoca: la muerte de una joven a manos de una sociedad que sigue justificando la violencia machista, muchas veces en nombre del deseo, el control o la tradición.

El silencio al que alude el título no es solo el de la escena: es el de la justicia que no llega, el de los medios que pasan página, el de las familias que deben seguir viviendo con la ausencia. La madre que llora a su hija, sin nombre ni culpables, es el retrato de miles de mujeres que sobreviven mutiladas emocionalmente, convertidas también en víctimas colaterales de un sistema que permite que sus hijas sean asesinadas.

Silencio no busca la conmiseración, sino la incomodidad. Nos exige detenernos y pensar en qué sociedad vivimos, qué valores sostenemos y qué complicidades nos atraviesan. Es una obra que convierte el duelo en denuncia, el arte en grito contenido, y a la maternidad en campo de resistencia frente a la barbarie.