Betty Cárdenas

"Quizá hablar de Betty Cárdenas, la artista, sea sólo un pretexto para retratar mi vida de mujer.
En el arte plasmo lo que vivo, lo que percibo y lo que siento, sin enfrentarme a grandes conceptos o ideas.
Mis pinturas son simplemente el testimonio de una vida vivida.
Pinto entonces lo que siento; con mi sentir de mujer, de mujer "sentidora" de vida.
Pinto entonces lo que vivo, con mi vida de mujer, de mujer "dadora" de vida.

Así, en el transcurso de mi carrera artística he tocado diferentes temas, todos con el componente común de mi vida personal, de mi vida de mujer Los sentimientos: el odio, el amor, el deseo; fueron tema de mi obra de juventud, llegando a plasmar en mis lienzos al enamorado soñado, al novio perdido, al marido infiel. La soledad propia también fue retratada por mi pincel, dándome la visión ponderosa de la realidad femenina.

Luego la maternidad se presenta como lo que da sentido a mi vida, en la hermosa forma de dos hijas que transforman todo concepto que antes hubiera tenido de la existencia: vientres y senos se funden con naturalezas diversas, montañas, dunas, abismos y oleajes en franca lid se fusionan dando como resultado un grito en defensa de la vida. Pero la vida y mas en un país como el mío, poco valor tiene para los depredadores que en violento desenfreno y sin mucho recato acaban con ella y, al igual que muchas de mis compatriotas me quedé sin uno de mis bienes mas preciados, mi hija mayor: una hermosa bailarina de ballet clásico, asesinada en 2008 por masculina mano que quiso dominar su ser.
La presencia de esta niña le dió sentido a mi vida y ya sin ella, sin la mitad de mi alma, surge de mi doloroso sentimiento una serie de pinturas de bailarinas de ballet en las que el blanco tutú, destaca las sangrientas y asesinas heridas perpetradas por el hombre.
Estas pinturas (Bailarina en la eternidad) en un vano esfuerzo de inmortalizar a mi hija, se erigen como testimonio y memoria eterna de la belleza día a día asesinada, en defensa contra el olvido y la indiferencia, plaga común en Colombia. También como defensa pero esta vez, no de la integridad de la vida de las mujeres (representadas en la fragilidad de la bailarina), surge una instalación a la que llamé "Escudo de tutú para valientes hombres en la cual, un vestido de tutú, adornado con rojas flores que brotan de el, simboliza, el cuerpo de mi hija, mi cuerpo y el cuerpo de tantas mujeres violentadas de mil maneras por la fuerza brutal del hombre que solapadamente se apropia de el, como defensa o trofeo.

Es así como al hacer una retrospectiva de mi obra artística me encuentro enfrentada al espejo que refleja no solo mi imagen sino también mi vida, lo que la convierte en autorretrato.

Nací en Medellín, Colombia en 1960.

Estudié Artes plásticas en la Fundación Universitaria de Bellas Artes."

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Betty Cárdenas M.
Artista plásticana